OURENSE, 9 de octubre de 2021.-Terminaron las Jornadas sobre el legado de Antonio Palacios celebradas y organizadas por UNED Ourense desde el pasado lunes, día 4. Y lo hicieron con dos ponencias en la tarde del viernes, día 8. La primera de ellas la protagonizó Jesús Ángel Sánchez García, catedrático de la USC y comisario de la exposición Antonio Palacios. Soños de modernidade, compromiso con Galicia, que la Xunta está a punto de inaugurar en el Museo do Mar de Vigo. Sánchez disertó sobre Antonio Palacios y los proyectos de reformas urbanas: del plan de Vigo a la Rúa Galicia de Santiago de Compostela. El segundo ponente fue el arquitecto Álvaro Bonet López, quien habló de Antonio Palacios como dibujante.
Sánchez García se centró en las propuestas urbanas preparadas por Palacios para distintas ciudades de Galicia, presentando las principales tendencias de la cultura urbanística internacional en los años diez y veinte en las que deben enmarcarse. “En concreto, el Proyecto de Ensanche y Reforma Interior para Vigo, presentado en su versión definitiva en 1932, ya era objeto de estudios por parte de Palacios desde los años diez, con lo que sus referentes fueron modelos como la Ciudad Jardín o el urbanismo Beaux-Arts que por entonces marcaban las pautas a seguir en todo el panorama internacional”.
También abordó las propuestas para mejorar los accesos y visualización a las catedrales de Ourense y Santiago, “ambas orientadas por los objetivos de hacer compatibles necesidades del progreso, especialmente el tráfico y la llegada de turistas, con el mantenimiento de unos valores estéticos consolidados durante siglos en los cascos viejos de las respectivas ciudades. Se trata de dos escenografías urbanas, solucionadas formalmente según las fórmulas de su personal arquitectura regionalista, en las que se hacen especialmente visibles las influencias de Camillo Sitte y teóricos del Civic Art como Hegemann”, señala Sánchez.
Dijo el ponente, al hablar del Plan Palacios para Vigo, que hay que verlo desde un enfoque centrado “en los posibles modelos e influencias que Palacios pudo realmente llegar a conocer y manejar, así como su contextualización en las ideas urbanísticas vigentes en los años del fin y cambio de siglo, el único marco correcto para considerar el momento de gestación de las primeras ideas para Vigo”. Sánchez recorrió esas vinculaciones del arquitecto porriñés con otros proyectos urbanísticos de la época. Y así señala que es evidente “que solo cuando Antonio Palacios vio reconocidos sus primeros edificios y consolidado su prestigio comenzó a interesarse por los estudios de lo que se etiquetó como ‘arquitectura de ciudades”.
Añade que los diseños urbanísticos de Palacios “se hallan en el polo opuesto a las planificaciones más técnicas y bidimensionales de los ingenieros, acercándose tanto a Camillo Sitte como a Wagner”. Las propuestas palacianas comparten ambición renovadora similar a la de Wagner. Este influiría sobre Antonio Palacios, en quien también dejaría profunda huella Otto Rieth.
Uno de los primeros encargos urbanísticos en Galicia que recibió, el Plan de Ensanche y reforma Interior para Vigo, cuya versión definitiva data de 1932. Pensaba convertir a Vigo en una metrópoli, en la Barcelona del Atlántico. Pero además de pensar en proyectos urbanísticos para ciudades costeras que eran el motor económico de Galicia (Vigo, Vilagarcía, A Coruña) Palacios afrontó sendos proyectos en ciudades de interior y en entornos monumentales (Ourense y Santiago) . En la primera, una plaza, en la segunda, una avenida. Dos proyectos conservadores, de corte regionalista que contrastan con el carácter metropolitano que preveía para Vigo. Y aquí, advierte el ponente, se esconden “formulaciones para la mejora urbana procedentes de los años finales del siglo XIX”, partiendo de las enseñanzas de Camillo Sitte, actualización de estándares higiénicos, legislación… asuntos que conocían los arquitectos jóvenes, “sobre todo los becados para estudiar en el extranjero. Es necesario destacar los notorios contactos de Antonio Palacios con planteamientos derivados de la arquitectura y estética Beaux-Arts”, apunta Sánchez García.
Fue en agosto de 1908 cuando las autoridades viguesas pidieron a Palacios asesoramiento para hacer la Exposición de Industrias del Mar y ello hizo que el arquitecto, fruto de su generosidad, preparase unas primeras reflexiones sobre el desarrollo de Vigo. Palacios se inspiró, por ejemplo, en el proyecto urbanístico de Guayaquil, en Ecuador, con una topografía muy parecida a la viguesa. En la ciudad ecuatoriana el punto focal era la catedral, en lo alto de la ciudad; en Vigo, el Palacio Regional, en el monte de O Castro. En Guayaquil se hacía una distribución de una red de vías principales y secundarias, pensadas como avenidas diagonales para acceder a los barrios. “La propuesta de hacer tabla rasa con el pasado como en Guayaquil fue asumida por Palacios al poner sobre la mesa la destrucción del centro histórico de Vigo, incluyendo las casas marineras de O Berbés. Tal destrucción se apoyaba en casos precedentes del siglo XIX como la acción del barón Haussman en París o la propuesta de Le Corbusier para el Plan Voisin, en 1925. Como paliativo para unos derribos que anularían la identidad del viejo Vigo, Palacios proponía la creación de un Burgo arqueológico, localizado en el recinto del museo etnográfico a crear en las inmediaciones de la iglesia románica de Castrelos”, relata el ponente.
Hay otro influjo, el de Barcelona “con los derribos para construir la Via Laietana desde 1908, reconstruyendo lo demolido en el barrio gótico alrededor de la catedral, o la creación del Pueblo Español”. El arquitecto porriñés planteaba un Vigo como una acrópolis escalonada para ubicar los edificios administrativos y en la cima, el palacio Regional, culminado con una cúpula. De Barcelona copió la idea de cortar la comunicación existente entre el casco viejo y los espacios del puerto al tender una vía ferroviaria paralela a la costa. Palacios llevaba la vía hasta la planta baja del edificio que también era estación marítima. Sánchez ve otra posible influencia de Barcelona en Palacios, como es “la introducción en Vigo de líneas de funiculares y teleféricos, como las que darían acceso a la zona universitaria, A Guía y A Madroa, y otra subterránea desde el muelle de pasajeros hasta el mirador del castro”.
“Las reveladoras similitudes entre los planes de Guayaqui, Barcelona y Vigo certifican la convencida asimilación y seguimiento de las pautas de un urbanismo Beaux-Arts en el que, conviene no olvidarlo, el objetivo principal era tratar las ciudades como creaciones únicas y originales, obras de arte irrepetibles, según el recetario formar que palacios aplicó a la concepción estética general para la zona central en el plan de Vigo”.
Añade el ponente que Antonio Palacios “declara haber seguido una vía intermedia, inspirada por el ingeniero, arquitecto y urbanista inglés, Raymond Unwin” dado que “las recomendaciones de Unwin acerca de tomar como punto de partida para cualquier estudio urbanístico tanto los rasgos físicos del emplazamiento como las necesidades y potencialidades específicas de la ciudad aparecen reflejadas desde las primeras líneas en la memoria del plan de Vigo”. Y es que el impacto de Vigo en su zona de influencia llevó a Palacios a reproducir “el mismo principio de Unwin de determinar un centro principal y otros secundarios en conveniente relación y proporción”. La red jerarquizada de carreteras y calles fue adaptada por el arquitecto gallego a las condiciones de un emplazamiento litoral y con acusadas pendientes en Vigo, nos dice el conferenciante en estas jornadas de la UNED.
En el plan vigués se hacía presente la adaptación de la ciudad jardín. Ello llevó a Palacios, indica el ponente, “a profetizar que, de levarse a cabo su propuesta de ordenación comarcal, basada en veinte poblaciones satélites, el porvenir de Vigo desembocaría en la creación dentro del perímetro de 15 km de radio de una gran ciudad jardín que en sus días ya comenzaba a bosquejarse”. El arquitecto gallego estaba al corriente del urbanismo barcelonés y ello se nota, como señala el doctor Sánchez García, en la “comparación de los parques de Montjuïc y el Tibidabo con los montes Xiabre y Lobeira que encuadrarían el futuro crecimiento de Vilagarcía de Arousa. De hecho la posición y rango simbólico del templo expiatorio del Tibidabo podrían haber inspirado la idea similar seguida en Vigo para convertir el monte de A Guía en una colina sagrada”.
Los dibujos de Palacios
El segundo ponente de la última jornada fue Álvaro Bonet. Que habló de otra faceta importante en Antonio Palacios como son sus dibujos de arquitectura. “El dibujo es la herramienta fundamental para pensar y trasladar el pensamiento a la realidad. El dibujo interpreta nuestra forma de ver y es una reflexión sobre el paisaje, La ciudad, la arquitectura, etc. Gracias al dibujo podemos figurarnos arquitecturas, espacios, lugares, desde el pensamiento y desde la capacidad proyectual", indica el conferenciante.
“Se puede hablar de la obra de Palacios a través de los edificios que nos ha legado, pero a través de los dibujos podemos también interpretar cómo pensaba. Además, la información gráfica expresa distintos estados de la arquitectura. Por una parte, Los croquis son esbozos rápidos, que la mano extrae de manera ágil del pensamiento; la cabeza del arquitecto tiene adiestrada la mano de manera que es capaz de componer durante el proceso creativo. Que difícil… A su vez, el arquitecto traza planos que puedan ser interpretados por un tercero y también genera otro tipo de documentación gráfica que podemos considerar como reflexiones derivadas de su forma de ver el mundo. Todo esto es lo que vemos en los dibujos que hizo Palacios”. Bonet mostró, pues, el color palaciano que permanece en esos dibujos, que constituyen un tesoro patrimonial importante y que sorprenden porque de uno u otro modo permiten adentrarnos no sólo en el pensamiento del arquitecto sino también nos llevan a su época.
El director de UNED Ourense, Jesús Manuel García, agradeció la participación de ponentes y público durante cinco días en los que se desarrollaron seis conferencias. “Han sido unas jornadas interesantes, que nos ha aportado nuevas ideas sobre este gran arquitecto gallego. Ahora aguardamos dos momentos no menos importantes: la inauguración de la exposición que sobre Palacios sólo espera una fecha para que se haga realidad en el Museo do Mar de Vigo, y la lectura de la tesis doctoral de Bonet López sobre el patrimonio industrial de Antonio Palacios que estará repleta de novedades gracias al tesón investigador del doctorando. En UNED Ourense estamos satisfechos de haber contribuido también al mejor conocimiento de este gran arquitecto de prestigio nacional en las primeras décadas del siglo XX, compartiendo todo esto con la sociedad ourensana”. García Díaz no quiso cerrar las jornadas sin tener un agradecido y feliz recuerdo para Ramón Iglesias Veiga, profesor recientemente fallecido y gran conocedor de la obra de Antonio Palacios en Galicia. Nuestro Moncho, que tanto nos ayudó a quienes hemos investigado sobre la obra palaciana. Es un recuerdo que está en el sentir de todos los que hemos sido ponentes en estas jornadas. Podemos irnos satisfechos todos con esta programación que ahora remata. Muchas gracias".
UNED Ourense
Comunicación