OURENSE, 30 de mayo de 2019.- La profesora tutora de la UNED en Ourense, María Victoria Carrera Fernández, ha defendido su segunda tesis doctoral. Lo hizo en la Universidad de Vigo, en la Facultade de Ciencias da Educación del Campus de Ourense. Su título es: Discursos y prácticas de otredad en alumnado gallego y portugués de secundaria: aportaciones de una pedagogía crítica y queer. Su director fue el profesor Xosé Manuel Cid Fernández. Carrera señala que el objetivo general de esta tesis “se orienta al análisis de los discursos y prácticas de otredad en relación a las identidades sexuales y culturales de adolescentes gallegos/as y portugueses/as de secundaria, así como a identificar y profundizar en las aportaciones de una pedagogía crítica y queer para la mejora de la convivencia escolar”.
Para dar respuesta a este objetivo hizo una tesis por compendio de artículos. “Para el desarrollo de la misma se parte del diseño de tres investigaciones en los que se emplearon metodologías de tipo cuantitativo (correlacional y experimental) y cualitativo, que dan lugar a la elaboración de seis artículos de investigación”. Así, en el primer proyecto, señala su autora, se diseñó un estudio cuantitativo transcultural de tipo correlacional y experimental, “participando un total de 2.410 alumnos y alumnas, con un 58.3% de alumnado de las cuatro provincias gallegas y un 41.7% de alumnado portugués del distrito de Braga (Norte de Portugal). De ellos, un 53.7% son chicas y un 46.3% son chicos, con una media de edad de 15.13 años y un rango de 13 a 19. Se administró un cuestionario al total del alumnado, participando además 553 de estos alumnos/as en el estudio experimental”.
De este proyecto, se derivaron cuatro de los seis artículos que componen la tesis: “Attitudes toward cultural diversity in Spanish and Portuguese adolescents of secondary education: the influence of heteronormativity and moral disengagement in school bullying” (Journal of Psicodidactics, 2018, Q2), “Gender-bashing in Spanish and Portuguese adolescents: structural relations with heterosexual matrix, racism/xenophobia and attitudes toward bullying roles” (Journal of School Health, 2019, Q1), “Me & us versus the others: Troubling the bullying phenomenon” (Under review) y “A transcultural study of secondary victimization of bullying victims: The role of gender and ethnicity” (Under review).
En el segundo proyecto se llevó a cabo un estudio cuantitativo a través de encuesta por muestreo de carácter transversal. Participaron un total de 800 estudiantes de las cuatro provincias gallegas, de los cuales el 50.70% son chicas y el 49.30% chicos, con una media de edad de 15.19 años y con un rango de 14 a 18 años. De este proyecto se derivaron varias publicaciones, incluyendo uno de los artículos que da cuerpo a este trabajo: “Spanish adolescents’ attitudes toward transpeople” (Journal of Sex Research, 2014, Q1).
En el tercer proyecto consistió en el abordaje de un estudio cualitativo a través de grupos de discusión. Participaron 93 adolescentes ourensanos de secundaria (48 chicas y 45 chicos) con una media de edad de 13.7 años y un rango de 12 a 17. Esta investigación dio lugar a varias publicaciones, entre las que destaca la que se incluye en este trabajo: “Performing intelligible genders through violence: “Bullying as gender practice and heteronormative control” (Gender and Education, 2018, Q2).
Los resultados ponen de relieve que, “en relación a los discursos de otredad, los chicos, en comparación con las chicas, y el alumnado portugués, frente a sus iguales gallegos, adoptan discursos significativamente más negativos hacia las mujeres, así como hacia la diversidad sexual y cultural. Asimismo, en ambos casos, se muestran más favorables a la violencia entre iguales. Por lo que respecta a las prácticas de otredad, los estudios visibilizan el carácter central de las variables heteronormativas y etnocéntricas para comprender y prevenir estos fenómenos”. Ambos trabajos alertan sobre el riesgo de que la categoría “bullying” esté silenciando la cruda realidad del racismo, el sexismo y el rechazo a la diversidad sexual en el aula, al invisibilizar las motivaciones que subyacen a estas prácticas. En cuanto a las relaciones de correlación e interdependencia entre las variables que configuran la matriz heteronormativa y etnocéntrica, y entre estas y las prácticas de otredad, los análisis de correlaciones, así como las ecuaciones estructurales, apuntan a una clara y estrecha relación entre las variables heteronormativas y etnocentristas, así como a su vinculación con las prácticas de otredad ejercidas contra los/as adolescentes que transgreden la norma de género o que pertenecen a grupos étnicos minoritarios, operando conjuntamente como una matriz de odio y violencia.
Finalmente, los resultados de este trabajo alertan de “la necesidad urgente de transformar la práctica educativa, que debe orientarse a una pedagogía antiopresiva, intercultural, crítica y queer, alejada de los modelos asimilacionistas que engullen los valores/tradiciones de otros grupos a los que se considera inferiores y que se contextualiza en el marco filosófico de la Teoría Queer”.
Esta práctica educativa, indica la doctora Carrera Fernández, “no se orienta a fomentar que los grupos hegemónicos (el yo/nosotros/as que constituye “el centro”) toleren a los otros/as (“los márgenes”), sino a desdibujar las fronteras que nos separan artificialmente, transformando el aula en un espacio que favorezca el cambio social”. Un cambio que solo puede ser alcanzado mediante una práctica educativa transgresora y crítica con las estructuras autoritarias de la escuela, que cuestione la heterosexualidad normativa y el etnocentrismo, y que interrogue seriamente las categorías sexo-género-etnia-orientación sexual, más allá de las dicotomías, valorando otras posibilidades de ser y de posicionarse como ser humano.