Bel canto para recibir la Navidad en Ourense
El público disfrutó con el esplendor del concierto de la soprano Carolina Andrada organizado por la UNED y celebrado en el Liceo. Belleza y sencillez vistieron el Salón Noble en un evento memorable con el que la Universidad quiso felicitar las fiestas a la sociedad ourensana
OURENSE, 22 de diciembre de 2021. Elegancia, rigor y emoción invadieron el Salón Noble del Liceo de Ourense en la tarde del martes 21, con la actuación de la soprano Carolina Andrada, acompañada magistralmente al piano por la coreana HyeRyun Jung, (para nosotros, Gerion Jung).
Con cerca de un centenar de espectadores cómodamente ubicados respetando las medidas sanitarias, se iniciaba el acto organizado por UNED Ourense. Su director, Jesús Manuel García Díaz, dio la bienvenida al público para disfrutar de “este regalo de Navidad de la UNED a toda la sociedad ourensana”, dando a continuación paso a la vicerrectora primera y vicerrectora de Investigación, Transferencia del Conocimiento y Divulgación Científica de nuestra Universidad, Rosa María Martín Aranda. Esta, que patrocinó el concierto, expuso que forma parte del área de transferencia dado que está relacionado con las actividades de extensión y divulgación Integrando, educando e innovando, del Laboratorio de Voz, Música y Lenguaje de la Facultad de Educación de la UNED que dirige la profesora Filipa Martins Baptista La.
La vicerrectora destacó este concierto como un fruto más de “un centro tan activo como es el de UNED Ourense”, proyecto que tendrá continuidad con próximas acciones desde el mencionado laboratorio.
En el escenario, predominando el rojo en el elegante vestido de la soprano y en el telón que flaqueaba en ese color los históricos arcos laterales al central, donde se desarrolló toda la actuación, Carolina inició el repertorio con la pieza Vaga luna che inargenti (Hermosa luna que plateas), de Vincenzo Bellini. La emoción comenzaba a invadir el espacio con esta arieta que el compositor creó a partir de un texto italiano de autor desconocido y que vio la luz en 1838. Carolina Andrada la interpretó magistralmente, ataviada con una chaqueta negra y pasmosa expresividad.
La segunda partitura, también de Bellini, nos llevó a la ópera Capuletos y Montestos, que nos cuenta una tragedia en dos actos. Si la música es del citado autor, el libreto en lengua italiana es de Felice Romani. Esta composición se presentó al público por vez primera en el escenario de La Fenice en Venecia, en 1830. Andrada mostró su buen hacer, elegancia patente en su estar, en su cantar, con todos los juegos de su voz en un salón donde cada asistente disfrutaba y saboreaba visual y auditivamente.
El esfuerzo vocal de la soprano tornó en breve descanso para escuchar la composición pianística de la autoría de Gerion Jung, Fragilidad. El piano literalmente hablaba gracias a la portentosa vida que le daban los dedos de esta coreana afincada en Madrid que hace veinte años vino a España para aprender guitarra aunque desde niña lo que le entusiasmaba era el piano. Tras esta interpretación, Carolina salió nuevamente al escenario para cantar, de la ópera La sonámbula, de Bellini, el Ah non credea mirarti, ah non giunge, aria final de Amina, la protagonista de esta ópera, que padece de sonambulismo y en ese estado deposita su mal de amores en una flor mustia, regalo de su prometido. Debido a una calumnia de otra mujer, Amina ve cómo su novio le retira la promesa de matrimonio. En este caso Carolina dio vida a la protagonista logrando transmitir ese estado de Amina. Tanto en la soprano como en la pianista hay un trabajo duro y riguroso de meses detrás de lo que interpretaron en este concierto de la UNED. Ambas son un ejemplo más de lo que cuesta la excelencia en el trabajo, de la cultura del esfuerzo y del dedicar tiempo y más tiempo a perfeccionar el trabajo de cada uno. Aquí no hay oportunidad para la improvisación o la preparación superficial.
Y en medio de esta interpretación concreta Carolina nos deja ver la alegría que invade a Amina cuando ve que su prometido, convencido de que la difamación hacia Amina era insostenible, retoma su compromiso de boda. Esto lo pudimos ver en la cabaletta Ah non giunge, donde la alegría se dibuja en escena mediante un ritmo alegre y rápido en el que Carolina sale airosa tras el esfuerzo que ello supone.
Con un público ya entregado, llegó un momento para más deleite con otro solo de piano de Gerion Jung, esta vez nueva composición suya titulada Perdón. Magnífico una vez más. Pasado ya el ecuador de la velada llegó, también de Bellini, y de su ópera Norma, el Casta Diva. La protagonista dirige a la luna una plegaria. El aria de dicha invocación al satélite, Casta Diva, acontece una vez que la sacerdotisa druida Norma corta una ramita de muérdago para ofrecer a la luna. Esta ópera es uno de los grandes monumentos del bel canto y, ciertamente, uno de los papeles más complejos. Carolina Andrada estuvo grandiosa.
La penúltima pieza del repertorio nos trasladó a la producción de Giuseppe Verdi. De Las vísperas sicilianas, la soprano escogió Merce, dilette amiche. El libreto de esta ópera en francés es de Charles Duveryrier y de Eugéne Scribe, partiendo de su obra, Le duc d’Albe, que data de 1838 y fue ofrecido a Halévy y Donizetti antes de que Verdi decidiese musicarlo, lo que sucedió en el año 1854. Estrenada en la Académie Impériale de Musique en 1855, el público español la vio por primera vez en versión italiana el 4 de octubre de 1856, en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. Esta ópera pivota sobre unos hechos ocurridos en el último tercio del siglo XIII.
Y Puccini para el final. Con otra composición universalmente famosa: O mio babbino caro (Oh, mi papá querido), de la ópera Gianni Schicchi, del año 1918. Si de Puccini es la música, el libreto se debe a Giovacchino Forzano.
La protagonista de la misma es Lauretta, después de que las tensiones entre Schicchi y sus futuros suegros alcanzan tal punto que se hace patente la amenaza de perder a su amado. En esta ópera se aprecia una divergencia entre la sencillez lírica y la unión de dos amantes en un único corazón. El aplauso no se hizo esperar.
Carolina Andrada agradeció el comportamiento del público y no pudo contener sus palabras para decir lo mucho que le ha gustado Ourense con los paseos realizados por la ciudad y la visita a la catedral así como otros hitos patrimoniales.
Pero en aquel ambiente entregado, en el escenario se captó de inmediato que era menester cerrar con un tema fuera de programa. Por estar en fechas navideñas, pianista y soprano interpretaron un magnífico Adeste fideles, invitando a los espectadores a cantar.
Tras la ovación final, Gerion y Carolina recibieron la enhorabuena de varios asistentes. Entre estos los hubo que comentaron que se iban “renovados”, pues tan positiva fue la atmósfera creada desde el escenario durante esta velada tan especial con la que la UNED quiso sumarse a la programación cultural ourensana.
Carolina Andrada llegó por vez primera a Ourense procedente de Madrid, el lunes a primera hora de la tarde. Vino acompañada de la vicerrectora primera, Rosa María Martín y ya esa tarde se sumó a ellas el director de UNED Ourense, Jesús Manuel García, para enseñarles el centro de la ciudad, ocultado ya el sol. Carolina Andrada disfrutaba y comentaba el olor de la ciudad como detalle en el que siempre se fija allí a dónde va. Ese olor, esa atmósfera urbana la maravilló, entre las calles empedradas y nobles fachadas que jalonan el centro histórico. La vuelta alrededor de la catedral le abrió aún más el interés por verla con más calma, lo que sucedió en la mañana del martes. Soprano, vicerrectora y director recorrieron las distintas dependencias del magno monumento auriense y la emoción de Andrada era constante ante tanta belleza acompañada de las explicaciones que García les daba.
La pianista, por su parte, llegó a la ciudad en la misma tarde del martes, y en vez de regresar a Madrid, dispone de unos días para seguir conociendo Galicia, viajando hasta Santiago tras el concierto.
El director de UNED Ourense, satisfecho, mostró su agradecimiento “en primer lugar, a nuestra vicerrectorade Investigación, que supo apoyar y dar todas las facilidades cuando le propusimos que queríamos tener en Ourense a Carolina Andrada, una joven doctora en Bellas Artes, pintora, soprano y que además tiene formación en danza clásica. Agradecimiento igualmente que extiendo a la directiva del Liceo de Ourense, que no dudó en poner a nuestra disposición su célebre Salón Noble. Gracias también a cuantas personas nos acompañaron en el concierto, y a los medios de comunicación que lo destacaron. De este modo musical y culto damos por terminado el año en Ourense. Es un placer programar esta y otras actividades desde la Dirección de UNED Ourense que con tanto honor y felicidad ostento, con mi equipo y, por supuesto, con el apoyo firme de las instituciones que hacen posible que la UNED sea una indiscutible realidad en tierras ourensanas un año más”.
UNED Ourense
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