OURENSE, 21 de febrero de 2024. Las jornadas de divulgación científica de UNED Ourense en centros educativos remataron con una conferencia del investigador doctor Adán Pérez García, paleontólogo de la Facultad de Ciencias de la UNED. Fueron dos jornadas intensas de divulgación que se cerraron con una ponencia especial sobre tortugas fósiles de la Península Ibérica, es decir, más de 150 millones de años con la casa a cuestas. El doctor Pérez García es una autoridad nacional en la investigación de tortugas fósiles y fue toda una novedad tenerlo en Ourense. En su conferencia estaban el diputado de representación institucional de la Diputación Provincial de Ourense, Rosendo Luis Fernández y la concejala de Educación del Concello de Ourense, Tamara Silva.
"Cuando hablamos de tortugas, enseguida pensamos en las terrestres o galápagos que tenemos de mascotas, o en alguna tortuga marina. Pero, en realidad, la diversidad es muy grande. En la actualidad tenemos tortugas depredadoras o herbívoras, pequeñas y muy grandes, con extremidades robustas adaptadas para la locomoción en el medio terrestre o grandes nadadoras que realizan el llamado vuelo subacuático, con cuellos cortos o largos, con cabezas pequeñas o muy grandes en relación al tamaño del caparazón, otras con morro de cerdo o con una especie de trompa, con caparazones lisos o con prolongaciones a modo de pinchos…. Se han adaptado a medios muy diferentes, siendo esto una de las claves de su éxito: terrestres, de aguas dulces y de aguas marinas, pudiendo incluso atravesar océanos, además de reconocerse especies que son habitantes de ambientes transicionales”, señaló el ponente. Además explicó que las tortugas están ampliamente extendidas en nuestra sociedad, incluso en películas en las que aparecen con aspecto gigante, monstruoso, o en objetos cotidianos, como por ejemplo representándose en objetos de bisutería o decoración. De hecho, muchas mitologías y tradiciones ancestrales, de muchas sociedades humanas, tienen a las tortugas como protagonistas.
Indicó el doctor Pérez García que las tortugas "son un grupo peculiar de vertebrados, que forman parte de la biodiversidad actual. Las primeras tortugas con un caparazón bien constituido están representadas en el registro fósil desde el Triásico Superior, hace más de 200 millones de años. El desarrollo de su peculiar estructura corporal, con un caparazón óseo y un cráneo muy resistente, ha facilitado mucho su potencial para la fosilización. Además, sus hallazgos se producen en yacimientos correspondientes a numerosos ambientes sedimentarios debido a su adaptación a diversos estilos de vida".
Adán Pérez García, ponente, entre Jesús Manuel García Díaz, director de UNED Ourense y Rosendo Luis Fernández, diputado de Relaciones Institucionales de la Diputación, minutos antes de la conferencia.
El ponente presentó en su conferencia algunos de los principales hallazgos de tortugas en el registro paleontológico ibérico, así como las principales implicaciones temporales y biogeográficas que se derivan de su estudio. "Este registro está compuesto por linajes exclusivamente europeos, pero también por otros que llegaron en distintos momentos a este continente, desde África, Asia y América del Norte. Además, muchas especies exclusivas del registro ibérico han sido definidas, algunas de ellas muy peculiares. El análisis del abundante y diverso registro de las tortugas ibéricas, desde el Jurásico Superior hasta la actualidad, aporta datos relevantes sobre la historia evolutiva de este peculiar y exitoso grupo de reptiles", señaló.
Habló de los dos grandes linajes de tortugas con representantes actuales: las Criptodiras, cuyo cuello se retrae en el caparazón en el plano vertical, y las Pleurodiras, con un movimiento de cuello horizontal. Estas últimas son mucho menos abundantes en la actualidad, estando restringidas a climas cálidos, en áreas intertropicales. Sin embargo, en momentos del pasado del planeta con elevadas temperaturas globales, las pleurodiras fueron muy exitosas en Europa. Ambos grupos de linajes están separados por más de 150 millones de años. Además, también se habló de tortugas primitivas, sus representantes actuales pero también muy comunes en el registro fósil ibérico.
En la conferencia se mostró cómo se ha formado a lo largo de millones de años el caparazón de estos animales, dado que sus costillas se fueron uniendo y curvando hasta formar, junto con vértebras, huesos de la cintura, y otros elementos, el caparazón dorsal. La clavícula, así como otros huesos de la región central, fomaron la parte inferior del caparazón. Este proceso comenzó hace más de 250 millones de años.
Adán Pérez se refirió, a continuación, a la presencia de las tortugas fósiles en la Península Ibérica donde se registraron numerosas especies fósiles, de las que cerca de 30 han sido definidas en esta zona, muchas de ellas siendo actualmente reconocidas como exclusivas. Y así fue mostrando tortugas primitivas terrestres, acuáticas, con retracción del cuello en el plano horizontal y en el vertical, las regiones donde vivían y las dispersiones que protagonizaron, desde muchas direcciones a la Península Ibérica. De esta manera, se mostró cuál es el origen de las tortugas que sobreviven hoy en esta región.
Recordó el ponente que nuestro planeta está en constante transformación. "A lo largo de su historia geológica, la disposición de las áreas emergidas se ha ido modificando drásticamente. Por ejemplo, durante el Jurásico, hace más de 150 millones de años, Norteamérica y Europa estaban unidas, de manera que las tortugas terrestres y de agua dulce podían desplazarse, sin obstáculos, entre ambas regiones, lo que explica la identificación de faunas muy similares. O, mucho más recientemente, hace casi seis millones de años, aunque una morfología y distribución de los continentes similar a la actual ya había sido adquirida, existían algunas diferencias, destacando aquellas en la región ocupada por el Mar Mediterráneo. Así, este mar se había desecado casi por completo, dejando al descubierto grandes extensiones cubiertas por depósitos salinos. Este fenómeno de evaporación masiva, generado por la ausencia de aporte de agua desde el Océano Atlántico debido a su pérdida de conexión temporal con el Mar Mediterráneo, es conocido como la Crisis de Salinidad del Messiniense. Aunque ese fenómeno resultó catastrófico para muchas especies animales, especialmente para muchas formas marinas, otras, como las tortugas terrestres, consiguieron sacar provecho a la nueva situación. Así, las pérdidas de barreras geográficas son habitualmente empleadas por muchas especies animales para alcanzar y distribuirse por nuevas áreas. La Crisis de Salinidad del Messiniense permitió la conexión terrestre del norte de África con el suroeste de Europa, es decir, con la Península Ibérica, llegando nuevas tortugas procedentes de esas regiones al territorio español. La conferencia contó con una interesante ronda de preguntas por parte de los asistentes.
Los alumnos del Miraflores siguieron con atención las explicaciones científicas que les dio el doctor Pérez García, autoridad nacional en la investigación sobre tortugas fósiles.
Ruta divulgativa escolar
El doctor Pérez García mantuvo cuatro charlas en otros tantos centros educativos ourensanos: IES Ferro Couselo, IES 12 de Outubro, Colexio Guillelme Brown y Colegio Miraflores. Esta divulgación científica estaba diseñada para estudiantes de Secundaria y Bachillerato. Las cuatro sesiones resultaron exitosas. Les daba una introducción a la Paleontología, para luego hablarles de esta en nuestra sociedad, y del origen y desarrollo de dicha disciplina, pasando después a explicarles cómo se excava y cómo llegan los restos paleontológicos, que constituyen elementos patrimoniales, al museo. Cada exposición terminaba con los métodos de investigación que utilizan los paleontólogos.
Arqueología versus Paleontología
Les explicó que la Paleontología es la ciencia que estudia los organismos que existieron en el pasado de la Tierra a partir de sus restos fósiles. Esos estudios se mueven en períodos de tiempo de millones de años. La Arqueología es la ciencia cuyo objeto de estudio son sociedades humanas del pasado a partir de sus restos culturales. El tiempo de esta ciencia llega a miles de años. La Paleontología tiene un tiempo mucho mayor, como se ha visto. Pérez García contó cómo en los medios de comunicación se confunden habitualmente ambas disciplinas, pues muchas veces, cuando se publica un hallazgo de dinosaurio o de otro fósil, se dice que es un hallazgo arqueológico cuando en verdad lo es paleontológico. "Paleo significa antiguo y Ontología quiere decir ciencia, por tanto estudiamos el pasado, pero la Paleontología es más que el estudio de los dinosaurios, pues estudia la vida antigua, las plantas prehistóricas, peces, mamíferos, reptiles, insectos, hongos, e incluso microorganismos. Pero también estudia la geografía de hace millones de años (paleogeografía), el clima (paleoclimatología) e incluso la interacción de unos organismos con otros y con su entorno, es decir, la ecología (paleoecología).
Les explicó cómo fosilizan los seres vivos de hace tantos millones de años, con muchos documentos visuales. Los estudiantes conocieron los principales procesos de fosilización: carbonización, piritización, reemplazamiento, permineralización, recristalización y fósiles inalterados o de preservación excepcional. Estos últimos se hallan en ámbar, ceniza, asfalto, hielo, turba o bajo tapete microbiano lagunar.
Adán Pérez García expuso que estamos celebrando los 200 años de la primera descripción de un dinosaurio, lo que indica que el conocimiento científico sobre estos organismos tiene dos siglos, siendo anteriores los orígenes de la Paleontología como ciencia. Por otro lado, explicó como existen ciertos "fósiles que son muy importantes porque, al corresponder a grupos con una rápida evolución, nos permiten conocer la edad de los sedimentos analizados. El polen fósil, por ejemplo, además de aportarnos esa información, nos ayuda a reconstruir los ecosistemas del pasado".
Los alumnos vieron imágenes variadas de fósiles, tanto de polen como de varios tipos de invertebrados y vertebrados, incluyendo dinosaurios y otros reptiles, además de una puesta de huevos de dinosaurio o imágenes de huevos de cocodrilo en las que se ven los fetos de estos reptiles. Igualmente vieron plantas fosilizadas, y excrementos de animales. Incluso evidencias del ataque de depredadores sobre presas, en el caso tanto de vertebrados como de invertebrados, que portan una valiosa información sobre la interacción de los organismos en el pasado.
El doctor Pérez García habló también de las huellas fosilizadas. Y para entenderlo bien, mostró la huella que con nuestro pie dejamos en la arena mojada de la playa, quedando marcado el pie completo cuando paseamos. Pero si vamos corriendo, queda marcada únicamente la punta del pie. Por tanto, un ser vivo puede dejar diferentes tipos de huellas. Esto, llevado a la Paleontología, indica que "hay que conocer muy bien de qué estamos hablando", haciéndose preciso estudiar muy bien diferentes tipos de huellas, de huesos, y de estructuras corporales, para luego compararlos con precisión y no confundir un fósil con otro que parece similar por haberse adaptado al mismo entorno. A modo de ejemplo, les puso otras imágenes de seres vivos del pasado que dejaron diferentes tipos de huella según caminaran, o permanecieran en reposo, tuvieran deformidades en las patas, caminaran a trancas o emergieran.
El profesor les habló de la relación de la Paleontología con la sociedad. En primer lugar les mostró los periodos temporales en los que se mueve esta ciencia: Paleozoico, a partir de hace unos 540 millones de años; Mesozoico, desde unos 250 millones de años, y Cenozoico, desde unos 66 millones de años.
Mencionó la evolución convergente, esto es, "que varios animales de muy distintos linajes adquieran una morfología corporal similar debido a la adaptación a entornos parecidos. Así con el aspecto hidrodinámico del tiburón podemos tener un reptil como un ictiosaurio y un mamífero como el delfín. Los estudiantes observaron cómo los grandes bloques de piedra que constituyen las pirámides de Egipto están compuestas por millones de organismos fosilizados de muy pequeño tamaño, e igualmente sucede con tantas rocas que se usan en la industria y que son muy comunes en nuestra sociedad, de manera que vivimos rodeados de fósiles".
En el Guillelme Brown los jóvenes también formularon interesantes preguntas al ponente que les habló de conceptos y métodos en Paleontología.
Pero el mundo de los fósiles ha despertado curiosidad en nuestra sociedad, de ahí que se empleen sus diseños en bisutería, en juegos, en disfraces o en algunos alimentos con forma de huevo de dinosaurio, por ejemplo. También se los ve en sellos, en cómics o en el cine, con tiburones gigantes, dinosaurios, etc.
En cuanto al origen y desarrollo de la Paleontología, les expuso el ponente que en la antigüedad no había referencia de seres vivos anteriores en el tiempo a los que se conocían. De ahí que cuando aparecía el fémur de un dinosaurio, dado su tamaño, creían que había pertenecido a un ser humano de un tamaño descomunal, permitiendo argumentar que en el pasado había gigantes. Algunos restos motivaron mitologías. Así, al encontrarse en la antigua Grecia cráneos de elefantes, que presentan un hueco notable en el centro, eso dio lugar a la mitología del Cíclope. Y lo mismo en Asia, al descubrirse esqueletos fosilizados de reptiles no conocidos, dando como resultado la mitología del Grifo.
En la primera mitad del siglo XIX, por los restos fósiles que se iban descubriendo, aquellos primeros protopaleontólogos se imaginaban que correspondían, por ejemplo, con una iguana gigante, el Iguanodon. Es curioso observar cómo a medida que con el paso de los años se va perfilando mejor esta ciencia, la reconstrucción de los dinosaurios se estiliza más y aquellos primeros cuadrúpedos pesados que dibujaban pasan a ser saurios que se apoyan en dos patas. Es el caso concreto del Megalosaurio. También en el siglo XIX se produjo la Guerra de los Huesos en los Estados Unidos, donde dos paleontólogos millonarios gastaron sus fortunas en descubrir muchos yacimientos fósiles de dinosaurios y llegaron a tal nivel de competencia que, dijo Adán Pérez García, se dinamitaban esos yacimientos el uno al otro.
Otra de las sesiones tuvo lugar en el IES Ferro Couselo, centro que se estrenó en esta ocasión con las Aulas de Divulgación Científica de la UNED.
Los jóvenes estudiantes ourensanos fueron viendo cómo poco a poco la Paleontología iba cogiendo cuerpo, desde las primeras grandes expediciones hechas en África, o en Asia, que eran aventuras llenas de anécdotas. Pero a medida que avanzaba el conocimiento por la investigación, esta ciencia comenzaba a dar resultados de modo que se pudo empezar a reconstruir de la manera más precisa los esqueletos de grandes saurios y otros animales extintos. En los años 20 del siglo XX vivió el paleontólogo Roy Chapman Andrews, en quien se inspiraron décadas después para dar vida a Indiana Jones, sólo que este último nos lo presentan como arqueólogo.
El ponente mostró imágenes de yacimientos paleontológicos de preservación excepcional, con fósiles no sólo de vertebrados sino de invertebrados y de vegetales. Igualmente les dio a conocer cómo es el proceso de intervención en el material paleontológico desde que se encuentra en el yacimiento hasta que se expone en el museo. "Una vez obtenidos los permisos de excavación para trabajar con estos restos, que son patrimonio, se trabaja en cuadrículas. Independientemente de su tamaño, al perder las condiciones de presión y humedad a las que estaban sometidos, los fósiles suelen ser muy delicados, de manera que deben ser tratados con productos químicos específicos, siempre reversibles, para garantizar su conservación. Si los restos fósiles son grandes, como el esqueleto de un gran animal, se envuelven con textiles mojados en escayola, marcando la forma del resto a envolver. Una vez seco el yeso, bien entre varias personas, o mediante grúas en caso de extraerse un bloque de gran tamaño, se traslada debidamente al laboratorio, donde se le retira la escayola y se produce la excavación por el lado inverso al de campo, para acceder al fósil y poder prepararlo, por técnicos especialistas en esto. Una vez estudiado científicamente, el material es depositado en la institución pública que determina la autoridad local, en algunos casos pudiendo llegar a ser expuesto al público. Hay otros fósiles de menor tamaño que se extraen con más facilidad del yacimiento".
En el IES 12 de Outubro dos pantallas mostraban en ese momento que recoge la imagen la explicación para distinguir la arqueología de la paleontología.
Uso de la tecnología
La última fase de la charla para estudiantes de Secundaria y Bachillerato consistió en conocer la tecnología que hoy se usa para estudiar los fósiles. Por una parte, es fundamental la aplicación de técnicas clásicas, es decir, la detallada observación y descripción del fósil. Para llevar a cabo una digitalización superficial del fósil, y poder así completar su estudio, se emplea el escáner de superficie o la fotogrametría. Si se opta por la digitalización completa, entonces la Paleontología se vale de Rayos X, de Tomografía Axial Computarizada y, en casos extremos, del acelerador de partículas . Con estos procedimientos es posible reconstruir esqueletos, huesos y músculos, aplicar la neuroanatomía y la morfometría geométrica, por ejemplo en el estudio de las tortugas.
Los alumnos formularon varias preguntas, desde cómo se trabaja en el yacimiento hasta qué hay que estudiar para ser paleontólogo. Adán Pérez García les dijo que en España no hay un grado exclusivo de Paleontología sino que a esta ciencia se puede acceder haciendo el Grado en Biología o bien el Grado en Geología. Él cursó este último pero su especialidad derivó hacia el estudio de las tortugas fósiles, algo que le atraía desde niño, por lo que es una paleontología más biológica (paleobiología) la que él lleva a cabo.
Otros quisieron saber cómo se llega a la carrera investigadora, a lo que el ponente les dijo que hecho uno de eso grados, hay que hacer la tesis doctoral y salir al extranjero un tiempo mientras uno se doctora y tras doctorarse estar entre uno y dos años en otro país investigando y ampliando conocimientos. Les dijo que toda la investigación que uno haga va a enriquecer el curriculum y eso será fundamental para optar a plazas.
Jesús Manuel García acompañó en todas las sesiones al profesor ponente para presentarlo y animar a los estudiantes a disfrutar ampliando así sus conocimientos científicos en esta labor de siembra.
El director de UNED Ourense, doctor Jesús Manuel García Díaz, presentó al ponente en todas las sesiones que dio y animaba a los estudiantes diciéndoles que iban a introducirse en un campo de conocimiento maravilloso, que pusieran atención porque iban a disfrutar. De igual modo agradeció la disposición de los equipos directivos de los centros escolares. Dio las gracias a la Diputación de Ourense y a la dirección del Centro Cultural Marcos Valcárcel por su disposición para que UNED Ourense pueda utilizar, como viene haciendo desde hace años, sus instalaciones para celebrar diversos actos. "Terminada esta nueva fase de divulgación, me siento satisfecho con el trabajo realizado, con la presencia fructífera del profesor Adán Pérez García en Ourense, pues estoy seguro que de lo sembrado estos días alguna vocación científica saldrá dentro de pocos años. UNED Ourense continúa diseñando nuevas acciones divulgativas de la ciencia para Ourense en colaboración con el Vicerrectorado de Investigación, Transferencia y Divulgación Científica de la UNED".
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