OURENSE, 11 de marzo de 2022. La UNED y la Uvigo están celebrando en línea las Jornadas de Historia que este año están dedicadas a revisar la Falange. Cerca de doscientas personas inscritas siguen las sesiones, lo que muestra el interés que despiertan. El decano de la Facultad de Historia, Julio Prada Rodríguez, dijo que “una señal de identidad de nuestra Facultad es la de intentar colaborar con las diferentes áreas en la organización de estas actividades que tienen en común adoptar la fórmula de seminarios o jornadas de especialización temática para acercaros a distintos aspectos que lo apretado de los programas casi nunca permite desarrollar”. El decano añadió que “en el caso de nuestro grupo de Investigación, también tenemos como particular marca distintiva ofreceros la posibilidad de dar a conocer las aportaciones de especialistas de diferentes ámbitos temáticos que coinciden con nuestras propias líneas de investigación. La pandemia los ayudó a entender que uno de las maneras de llegar la mucha más gente y, por tanto, dar a conocer lo que se hace desde la nuestra Facultad más allá de sus muros es la posibilidad de emitir en línea los diferentes relatorios que integran las jornadas. En este punto es donde debo resaltar mi agradecimiento al Centro Asociado de la UNED en Ourense por la colaboración prestada en su organización, que también se remonta a más de quince años y que para mí constituye un excelente ejemplo de las sinergias que se pueden conseguir cuando somos capaces de trabajar conjuntamente con otras instituciones en una misma dirección teniendo como faro que en los guía lo de proporcionar la mejor formación posible a nuestro alumnado”.
El director de UNED Ourense, Jesús Manuel García Díaz, subrayó que “la colaboración entre esta Facultad de Historia y el Centro Universitario de la UNED en Ourense está más que contrastada y asentada como se ve en tantas ediciones que ya van de estas jornadas. Es una colaboración que se seguirá manteniendo a plena satisfacción. En esta convocatoria vamos a conocer aspectos de nuestra historia contemporánea, dando un recorrido por la Falange. Varios historiadores nos van a ilustrar acerca de esta organización política con la única pasión de conocer mejor nuestra historia, sin pasiones de ninguna otra clase”. Añadió García Díaz que se trata de hacer Historia “y solo eso, con los discursos que ustedes van a escuchar de cada ponente, basados siempre en el rigor científico, en los documentos que esconden los archivos de la vida o parte de la vida de la Falange”.
El director de UNED Ourense hizo hincapié en que en este tiempo de postverdad, reina la popularización del principio fundamental del postmoderno, según lo cual no existen los hechos, solo las interpretaciones. Vayamos siempre en la búsqueda de la verdad, de los hechos, del dato, a pesar de tener que hacerlo a veces contra viento y marea. Digo esto por la manipulación de la historia que se hace desde ciertos sectores incluso de poder: el tema de Al Andalus con los yijadistas; el process de Cataluña, el Brexit y así podríamos seguir, para mayor bochorno de nuestra sociedad, fruto de la voraz desinformación a la que estamos sometidos”. “Timothy Snaider, en su libro Sobre la tiranía, aconseja: ‘Haz un esfuerzo por distanciarte de Internet. Lee libros’ o: ‘Renunciar a los hechos es renunciar a la libertad. Si nada es verdad, nadie puede criticar al poder, porque no hay ninguna base sobre la que hacerlo. Si nada es verdad, todo es espectáculo. La billetería más grande paga las luces más deslumbrantes’. Pero nosotros no estamos aquí para hacer espectáculo sino historia, para conocerla y animarnos a seguir investigando y preparándonos para ser buenos historiadores al acabar el grado. Sapere aude! Que estas jornadas sean de vuestro agrado, y que os divirtáis con ellas”.
El profesor Luis Velasco Martínez, integrante del Comité Organizador, expuso el programa de actividades que configura esta edición de las Jornadas ya veteranas.
Una fuente de disenso
La primera conferenciante fue Mercedes Peñalba-Sotorrío. Su ponencia, FET de las JONS como fuente de disenso en el franquismo. Una reevaluación de las dinámicas en torno a Falange a la luz del concepto Resistanz, sirvió para que esta docente explicase que en la Guerra Civil Falange tuvo la oportunidad de crecer como nunca, que sirvió de conexión entre el pueblo y el Estado pero aunque los secretarios generales del partido vieron que dependían de su fidelidad a Franco, Falange chocó con el Ejército y con la Iglesia.
La Iglesia
La Iglesia, al considerar la guerra como una cruzada, “selló la alianza con Franco, pero no con la Falange. “El clero aceptó inicialmente al franquismo. Parte de la resistencia de la Iglesia a Falange se debe a proteger su estructura tradicional. Se podía ser falangista y católico. Falange tenía el deseo de mantener la división entre Iglesia y Estado. La sospecha de la catolicidad de la falange era motivo de rechazo a integrarse en el proyecto fascista. La Iglesia buscaba preservar su independencia de lo suyo frente a las pretensiones del falangismo. El cardenal Gomá advertía contra la influencia nazi, incompatible con el respeto que la Santa Sede ha profesado siempre a nuestra creación”.
En 1944 el cardenal Segura prohibió el saludo a la romana en Semana Santa e impidió misas en honor de José Antonio Primo de Rivera. Segura estaba en contra de poner lápidas a Primo de Rivera. Gomá se quejaba de dar honor a José Antonio, un honor, decía, que los reyen no tuvieron.
Hubo una fuerte resistencia cultural al falangismo. Hubo un sacerdote Fermín Yzurdiaga, colaborador con publicaciones falangistas sin pedir permiso a la jerarquía. Se advertía en este sacerdote un creciente nacionalsocialismo. Por desobediencia al obispo, este le retiró la licencia para escribir.
El cardenal Segura prohibió a una falangista desempeñar un cargo en Acción Católica. La Acción Católica competía en lo social con Falange mientras en Italia le cerraron locales y en Alemania estaba controlada por el Estado. La Iglesia buscaba preservar su control de la enseñanza pero no pudo evitar la creación del Frente de Juventudes. La Iglesia desconfiaba de la Sección Femenina, etc. Segura no pudo frenar un acto de apoyo a Franco y hubo resistencia al Frente de Juventudes opuesta por las familias adictas al régimen y escuelas católicas. La Sección Femenina acabaría viendo cómo muchas de sus socias se iban a Acción Católica.
Carlismo
El carlismo también chocó con Falange. Consideraba a la Falange como un sindicato desviación socialista. En el carlismo se produjeron actitudes disidentes a través de la Organización Clandestina de la Escuela Tradicionalista. Señaló la ponente que en Lérida un grupo de requetés pisó la bandera del partido único. Hubo dos líneas de fractura, una, la defensa carlista de la monarquía (Falange era antimonárquica) y otra, los Fueros, irrenunciables para el carlismo, frenando el centralismo exacerbado. El fueralismo ocasionó espacios disidentes en los años 40. La defensa de los fueros era cultural y el franquismo debería respetarlo.
Los carlistas defendían sus símbolos propios para preservar su identidad, y sus fiestas, no viendo bien el catecismo de Falange que sostenía la patria sobre Dios. El cierre de círculos carlistas muestra el significado de ataque al modo de ser del carlismo. La Falange informaba de la persistencia de las crisis carlistas y obtuvo como respuesta, por ejemplo, que en Navarra se abriese la Colonia Navarra. En otros casos los círculos carlistas se reabrieron de la mano de Falange.
El rechazo al falangismo era político, un modo de defensa. El carlismo consideró su posición en los años 50 cuando una parte vivió en colaboración con el régimen para reponer una monarquía tradicional y acabar con el falangismo.
Pero la Falange se encontró también con un rechazo popular. El partido único era una vía para acceder a diversos puestos de poder, para colocaciones laborales, disponía de redes clientelares, efectuaba la vigilancia de la población y era objeto de avales y derechos. La Falange obtuvo el odio popular y eso se vio en mujeres que rechazaban ponerse los emblemas del Auxilio Social, no hacían el saludo falangista o no acudían a las reuniones de las hermandades de campo. El pueblo eludía el pago de cuotas sindicales, había un rechazo al servicio social. Incluso algunas jóvenes ingresaban en el convento pero nunca tomaban los hábitos, otras compraban certificados falsos. También se extendieron rumores y comentarios en contra de Falange aunque dice la ponente que sobre este aspecto hace falta un estudio más completo para estudiar a fondo esta oposición popular al partido único.
Por último, Peñalba-Sotorrio señaló que hubo actitudes disidentes, que con la Iglesia y el carlismo las desventajas eran menores y hubo una actitud carlista que ayudó a deteriorar la imagen de Falange donde el nacionalismo era más fuerte.
Falange en las municipales de 1946
Carlos Dompa Lasus ofreció la ponencia La Falange en las elecciones municipales de 1946, en la que trató sobre el proceso desde el que FET de las JONS articuló su participación. “Hasta hace poco tiempo se creía que la historia de FET de las JONS era un fracaso. En 1945, perdido el rango ministerial de la Secretaría General del Movimiento, se perdió el control de la Vicesecretaría General de Educación y se produjo la unificación de los cargos de gobernador civil y jefe provincial del Movimiento. Ahora tenemos una visión distinta, una realidad diferente por la que FET de las JONS tuvo más peso y relevancia en la política del tardofranquismo y la unificación de cargos benefició a Falange hasta los años 60”.
El ponente citó una base empírica basada en la Vicesecretaría General de Ordenación Social y las delegación nacional de provincias. Sobre la organización de la intervención electoral, dijo el ponente que la Ley de Bases de Régimen Local de 1945 habla de elecciones trienales por tercios de representación para renovar concejales. “En los informes de los gobernadores civiles se aprecian dos sensaciones: expectación y miedo a las consecuencias de las elecciones. Falange no fue ajena al ambiente de miedo, un miedo que no era solo a las consecuencias sobre el régimen en general sino sobre el poder de FET de las JONS dentro del mismo”.
En octubre de 1945 se reunió la Secretaría General del Movimiento para organizar mecanismos de intervención y allí se tomaron cuatro decisiones: evitar la politización de las elecciones, lograr mayoría de concejales afectos al Movimiento y, por último, el organismo encargado de ejecutar el mecanismo era la Organización Sindical a través de tres fases:
“Un paso clave era conseguir representación en las juntas provinciales y municipales del censo, redactar los censos, reclamar sobre candidaturas y proclamar candidatos”, dijo el ponente. El Decreto del 29 de septiembre de 1945 señala que los presidentes de las delegaciones de la Organización Sindical deberían ocupar 10 puestos en cada junta provincial del censo, y esto no sucedía en las juntas municipales del censo y ello dificultaba su control.
Una Orden del 13 de octubre de 1945, de la Vicesecretaría General de Ordenación Sindical se refería al procedimiento para seleccionar a los integrantes del partido que serían propuestos para ocupar los cargos de las juntas provinciales del censo. Marcaba igualmente los pasos a seguir para lograr que fueran nombrados.
El ponente menciona el nivel de exigencia extremo del partido, pues Falange se planteó aplazar las elecciones dado que se le había excluido de algunas juntas.
En lo que a depuración de censos electorales se refiere, explicó el ponente que hay escasa documentación y que la Circular 175 de octubre de 1945 excluye a los jefes provinciales del Movimiento (decreto de 29 de septiembre de 1945) y a afiliados. Incluía también a dichos jefes y a filiados y originaba una difícil valoración de excluidos, incluidos y quejas.
Sobre el control de candidatos y las diferencias entre el partido y la organización sindical expuso que el Plan de la Organización Sindical para controlar candidatos nunca se puso en marcha por el rechazo de la Secretaría General del Movimiento.
“¿Por qué debería intervenir la Organización Sindical en la formación de las candidaturas? Por la presencia de antifalangistas en las juntas del censo. Lo enemigos eran de dos tipos entre cabezas de familia: leales que dejaron de serlo y rojos declarados. Las clases trabajadoras estaban excluidas de las juntas del censo y la intervención directa de Falange era un inconveniente”, manifestó Dompa, añadiendo que la Organización Sindical "debía actuar para conseguir que las elecciones tuviesen calor popular sin ser aprovechadas por los ‘enemigos del régimen’, por lo que era necesaria la autorización y acuerdo. La Organización Sindical actuó como bandera de las gentes humildes”.
Los grupos que debían estar representados en las candidaturas de la Organización Sindical eran: empresarios, jerarquías sindicales, obreros de prestigio, falangistas y de izquierdas. El vicesecretario general del Movimiento se opuso al plan pues consideraba un error que Falange no presentase candidaturas propias y sostenía que incluir en las candidaturas a extremistas era peligroso. “El conflicto entre la Secretaría General del Movimiento y la Organización Sindical no fue a más porque las elecciones no se celebraron debido a causas internas y externas”. A modo de conclusión, el ponente destacó que a mediados de 1945 FET de las JONS no atravesaba su mejor momento, “el partido no permaneció pasivo y en 1945 ni estaba acabado ni carecería de pulso y proyecto”.
Mujeres y fascismo
Sofía Rodríguez López habló de las mujeres del fascismo español entre 1933 y 1939. En ese período surgió la Sección Femenina (1934) que se estabilizó a partir de 1939. La ponente citó precedentes internacionales de feminidad combativa y contrarrevolucionaria como la Guardia Blanca (1918) en Finlandia, para apoyar al emperador alemán (enfermeras, cuidadoras, combatientes); el Lotta Suärd (1918-1945) cuerpo auxiliar femenino que no usaba armas. Tenía un grupo paramilitar. Otro ejemplo son las cristeras mexicanas (1926-1929) que no dan imagen de modernidad como las otras, y se oponían a la secularización impuesta por el presidente Cárdenas. Eran mujeres católicas.
Hubo mujeres que colaboraron con el fascismo, unas lo hicieron con la Gestapo, otras, en diversos aspectos de la vida, los amores, los combates; hubo reporteras, telefonistas, tranviarias, en la Segunda Guerra Mundial…
Dionisio Ridruejo fundó la Sección Femenina. En febrero de 1938 nace la Y: Revista de la mujer nacionalsindicalista en la que escribía el círculo de Dionisio: Edgar Neville, el Marqués de Lozoya, Antonio de Obregón, Luis Escobar o Agustín de Foxá. En octubre de 1934 las falangistas se organizaron al tiempo que se constituía en España el Comité de Mujeres contra la Guerra y el fascismo en la órbita de la Komintern.
“En marzo de 1933 el diario El Fascio publica el primer artículo en España sobre la mujer en el fascismo, a la que deparaba una gran misión como educadoras y propagandistas”. La doctora Rodríguez López añadió que en el Estatuto Municipal de 1924 el sufragio estaba limitado, por ello “las elecciones del 19 de noviembre de 1933 representaban un reto para todos los partidos políticos. Rosario Pereda fue la primera mujer en intervenir en mítines y escribir en diarios animando al voto”.
José María Pemán dirigía la revista Ellas. Pero sobre la mujer fascista, la ponente mostró una serie de monografías publicadas en Italia, Portugal y Alemania, amén de tesis doctorales en España, estudiando los casos de Huesca, Almería y en el mundo rural. La profesora Rodríguez López mencionó diversas metodologías de investigación de la mujer fascista, que puede hacerse desde la Historia del Tiempo Presente, desde la historia local, también desde una perspectiva sociopolítica, desde la historia de las mujeres, la historia cultural, la historia comparada o desde la experiencia histórica y análisis del discurso.
Para hablar de los orígenes de la Sección Femenina, la ponente explicó que el 29 de octubre de 1939 hubo un acto de constitución de Falange en el Teatro de la Comedia en Madrid. Valoraban lo nuevo, lo juvenil, que encandilaba a los universitarios de clase media. “José Antonio Primo de Rivera no quería mujeres, pero Pilar y Carmen, sus hermanas, su prima Inés junto con Dolores, Luisa y María Aramburu lo desafiaron. Se presenta el juramento de Falange, atribuido a Sánchez Mazas y basado en un espíritu de servicio, jerarquía y alegría”.
“Falange representa el fascismo español” y así la ponente mostró una serie de libros que estudian el fascismo, numerosa bibliografía al respecto entre los que se hallan los libros de Joan María Thomas. El origen del fascismo se sitúa entre un mundo de escritores. Así, en 1929, en la Gaceta Literaria Ernesto Giménez Caballero experimentó con fórmulas fascistas para España. En 1931 aparecen las publicaciones La Conquista del Estado, Libertad, Jons, El Fascio, Fe y propagandistas universitarios vendían periódicos. En 1936-37 aparecieron publicaciones de cabecera del fascismo en España: Vértice, Destino o Jerarquía, revistas de gran formato y estética fascista en Cataluña”.
Al año siguiente Serrano Suñer como ministro de Interior colocó a sus fieles. Si esto sucedía en febrero de 1938, el 22 de abril de ese año vio la luz la Ley de Prensa, inspirada en la italiana para un control totalitario de la información. Ya en noviembre de 1940 nacía Escorial, grupo universitario elitista de Laín Entralgo, Ridruejo, Luis Rosales o Antonio Marichalar con Dora Maqueda, María Luisa Bonifaz y Marjorie Munden.
En la Italia de 1929 las fascistas de Monza crearon su primera sección femenina del partido, los fascistas rumanos aceptaron mujeres en la Legión y en Croacia se dudaba en incluirlas. En Italia las organizaciones fascistas estaban en rápida expansión. También en los años 20 en Alemania se empezaron a organizar las mujeres en el NSDAP mientras Gran Bretaña tuvo sus British Fasciti.
En 1934 se produjo la unión de Falange y el SEU con un movimiento de mujeres que empezaban a hacer propaganda por toda España.
“Los motivos para la afiliación de mujeres se deben a varios factores: militancia de sus padres, de hermanos, colegas o incluso animadas por otras mujeres” , dijo la ponente. En la creación del relato mítico de la Sección Femenina, en junio de 1934 se produce el Manifiesto de José Antonio sobre el carácter y funciones de la Sección Femenina, cuya primera sede fue en la calle Marqués de Riscal, en Madrid. En octubre de ese año se celebró el primer congreso nacional de Falange en el que se eligió la estructura de la Sección Femenina con cien afiliadas. Dos meses después vieron la luz los primeros estatutos de la Sección Femenina. En cuanto a la vinculación de las fascistas españolas con las europeas vemos que en Alemania, Italia realizaban tareas auxiliares y colaboraban con los parados y presos del partido. Las de Croacia realizaban labores de propaganda y las de Rumanía, cosían, bordaban almohadas, pañuelos, marcadores de libros…
En abril de 1935 José Antonio pronunció un gran discurso en el que dedicaba una disertación a las mujeres: “Lo femenino y la Falange”. También en ese año Pilar Primo de Rivera y Dora Maqueda empezaron un recorrido en coche de 5.000 kilómetros por España, una gira propagandística.
En cuanto a la relación de la Sección Femenina con las armas, explicó la profesora Rodríguez López que en 1932 Dora Maqueda ya había transportado paquetes y bombas de mano para los preparativos de la sanjurjada en agosto, en Sevilla. Hasta la primavera de 1936 las mujeres fascistas recaudaron dinero para armas y explosivos. Añadió que la vinculación fascista con la violencia política se comparte con las falangistas alemanas.
En julio de 1936 Pilar Primo de Rivera emitió la primera consigna para recaudar fondos y no ser una carga para la falange. En noviembre, muerto José Antonio, su hermana Pilar se convierte en el núcleo de los legitimistas o Grupo Primo.
I Congreso Nacional de la SF
En enero de 1937 tuvo lugar el primer congreso nacional de la SF en Salamanca y Valladolid. Se aprobaron nuevos estatutos se estableció la primera jerarquía política con cinco delegaciones. Pilar consiguió el Auxilio de Invierno, réplica del Winterhilfe nazi. En octubre de 1937 se publicó el decreto de implantación del Servicio Social por Auxilio Social.
II Congreso Nacional de la SF
En enero de 1938 tuvo lugar el segundo congreso nacional de la SF en Segovia y Ávila, en el que se aprobó un nuevo reglamento y estructura política con una jerarquía de servicio de siete regidurías. Y en el verano de 1938, Pilar criticó la resistencia a colaborar por parte de las margaritas responsables de hospitales, lavaderos, comedores y aguinaldo a los soldados.
III Congreso Nacional de la SF
En el otoño de 1939 la SF celebró su tercer congreso nacional estableciendo cuatro secciones de Cultura y viajes formativos a Alemania. En este contexto, la versión de la izquierda era que estas mujeres eran madres tradicionales y pasivas frente a las mujeres de la izquierda, libres y activas.
La ponente mencionó otro aspecto, el de las mujeres de la Quinta columna. En noviembre de 1937 hubo agentes de información de la Falange clandestina por toda España. Y hubo mujeres fascistas espías como Sara Jordá, fusilada en Montjuich o la espía Carmen Tronchoni, que espió para el SIFNE.
En Barcelona se celebraron varios juicios. En las causas de alta traición hubo 117 mujeres, 31 en las de espionaje y 20 en causas de derrotismo. En cuanto a sentencias, por alta traición afectaron a 31 mujeres; por espionaje a 4 y por derrotismo a 29 mujeres.
Como conclusiones, Sofía Rodríguez López destacó que allá donde hubo llamamiento masivo a la resistencia civil contra el fascismo opresor o contra el republicanismo, hubo mujeres. “Las encontramos en la lucha armada desde la Revolución de Asturias hasta la Guerra Civil. En los años 40 las espías de Hitler recorrían el país y se enviaron 146 enfermeras a la División Azul. La mayoría de las mujeres activas, tanto fascistas como antifascistas, colaboraron en la lucha sin armas pero vinculada a los ejércitos. Fue en la clandestinidad y como quinta columna donde las mujeres desempeñaron un papel más importante. Las fuerzas antifascistas no consideraron este hecho, pues las consideraban menos peligrosas que los varones”.
La última ponencia corresponde al investigador predoctoral de la Uvigo, Héctor José Pena Taboada, que se centra en el tema: FET y de las JONS: Deporte, mujer e identidades (1939-1959). Estas Jornadas incluyen unas actividades de formación docente online bajo el título: El fascismo español y la didáctica de la Historia, (partes 1, 2 y 3), con el profesor Julio Prada Rodríguez.
UNED Ourense
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